"La obra pictórica completa de Murillo", Gaya Nuño, Noguer-Rizzoli, pág. 111, núm. 278. Procede de la colección de los condes de Altamira. Pasó por las colecciones Stafford, Sutherland, galería Bohler, Thyssen, y Schickman Gallery de Nueva York. En Madrid en 1982, formando parte de la exposición del Museo del Prado, junto con su compañera "Santa Rufina". Catálogo de M.Mena, pág. 162.